miércoles, 29 de enero de 2014

TOMÀS DELCLÓS 

En pocos días se han sucedido dos noticias hermanas. Los 
gobiernos de Japón y Corea del Sur están preocupados por un futuro lleno de robots y no están muy seguros de que se trate en todos los casos de máquinas amigas. Y ambos, aunque con perfiles un tanto distintos, han iniciado una política preventiva ante este futuro, parece ser, incierto con los robots. 

El Gobierno japonés ha redactado un borrador de 60 páginas con el propósito de garantizar que los robots siempre estarán bajo el control humano. Este documento debe ser discutido por la industria, investigadores y abogados con el fin de elaborar una ley que satisfaga este propósito. El título del borrador ya es una muestra del miedo que preside la iniciativa: "Borrador de guía para asegurar la sana conducta de la próxima generación de robots". 

lunes, 20 de enero de 2014

Nanotecnología y Cáncer 
cientificos 
La organización estadounidense, National Nanotechnology Initiative (Initiativa Nacional sobre Nanotecnologia), acaba de publicar un librito titulado: Cancer Nanotechnology, Going Small for Big Advances. Using Nanotechnology to Advance Cancer Diagnosis, Prevention and Treatment (Nanotecnologia y Cancer, Disminuir para lograr Grandes Avances. Aplicacion de la Nanotecnologia para mejorar el Diagnostico, la Prevencion y el Tratamiento del Cancer). El objetivo del Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos es utilizar la nanotecnologia (sin duda uno de los avances tecnológicos claves de nuestros tiempos), para eliminar antes de 2015 las muertes y el sufrimiento causados por el cáncer. En este sentido las investigaciones actuales se centran en como utilizar la nanotechnologia para cambiar de forma radical la capacidad de la medicina para diagnosticar, comprender y tratar el cáncer. Investigaciones ya realizadas han logrado desarrollar nano-aparatos capaces de detectar un cáncer en la fase muy preliminar, localizarlo con extrema precision, proporcionar tratamientos especificamente dirigidos a las células malignas y medir la eficiacia de dichos tratamientos en la eliminacion de las celulas malignas. Pero las investigaciones continuan, y tal es el alcance de los ultimos avances tecnologicos en este campo, que expertos creen que la nanotecnologia transformara las propias bases del diagnostico, tratamiento y prevencion de esta enfermedad mortal. Gracias a otro gran proyecto, el Human Genome Project (Proyecto Genoma Humana) los cientificos saben cada vez mas sobre el desarrollo del cancer, lo que a su vez crea nuevas posibilidades para atacar la base molecular de esta enfermedad. No obstante, hasta ahora los investigadores no disponian de las innovaciones tecnologicas necesarias para convertir importantes hallazgos moleculares en beneficios directos para enfermos de cancer. Es aqui donde la nanotecnologia puede asumir un papel clave, a traves del desarrollo de avances tecnologicos y herramientas capaces de transformar la capacidad diagnostica, terapeutica y preventiva de la medicina actual. 

miércoles, 8 de enero de 2014


REVOLUCIÓN FRANCESA Y ETAPA NAPOLEÓNICA.

La Revolución Francesa (17891799) es uno de los más grandes y decisivos acontecimientos de la Historia e inicio de la época Contemporánea. Tiene una importancia fundamental, ya que al sustituir el antiguo orden —Antiguo Régimen— por un orden nuevo liberal abrió paso al mundo moderno.
Los historiadores no han dejado de debatir sobre sus orígenes, duración, etapas, protagonistas, consecuencias y significado. El debate se ha reavivado y enriquecido con ocasión del bicentenario de la Revolución de 1789.
La Revolución Francesa ha sido considerada tradicionalmente como el modelo de revolución burguesa, en la que la burguesía desplazaba a la aristocracia del poder. Godechot y Palmer defienden que es la más importante de las llamadas revoluciones atlánticas, que transcurrieron entre 1770 y 1779 en Europa y América. Para la historiografía marxista —Lefebvre, Soboul— fue una lucha de clases, siendo la dictadura jacobina el punto culminante de la revolución. Furet sostiene que no puede hablarse de enfrentamiento de clases ya que no había una, sino varias burguesías en la Francia de 1789, con intereses opuestos respecto al papel de la monarquía. Mantiene que no hubo una sino tres revoluciones.
Se han reabierto los debates acerca del origen y alcance del Terror. También hoy interesan más las experiencias individuales de la gente corriente y se ha profundizado en los estudios sobre la revolución en el entorno rural.

Las causas de la revolución

Las causas son complejas y variadas, ya que intervinieron factores políticos, económicos, sociales e ideológicos. Francia, en la que desde 1774 gobernaba de forma absoluta y por derecho divino Luis XVI, se hallaba sumida en una profunda crisis en la década de 1780.
La sociedad francesa prerrevolucionaria era estamental. La nobleza y el clero eran los estamentos privilegiados; apenas suponían el 1% de la población, pero detentaban el poder político y social y estaban apegados a sus derechos señoriales y exentos del pago de impuestos. El Tercer Estado aglutinaba a la mayoría de la población (el 99%). Dentro de él, había grandes diferencias de estatus y riqueza. La burguesía, enriquecida por el desarrollo del capitalismo en la industria y en el comercio, trataba de comprar cargos y títulos nobiliarios pues les aportaban riqueza. Aunque no tuviera aún conciencia de clase, la burguesía rechazaba la sociedad tradicional, los privilegios y el absolutismo y aspiraba a intervenir en el gobierno de la nación, alentada por las ideas ilustradas y el ejemplo de la Guerra de la Independencia americana.
Era una sociedad esencialmente rural. Los campesinos suponían el 80% de la población y estaban agobiados por los excesivos impuestos que pagaban al rey —la talla, la gabela— los derechos feudales al señor —rentas y las odiosas corveas— y el diezmo a la Iglesia. Las crisis económicas eran constantes desde 1763, motivadas por las continuas y largas guerras y la mala administración, pero la crisis de 1788 agravó la situación: las malas cosechas trajeron escasez de alimentos y hambre, así como el descenso generalizado de los precios agrícolas que la nobleza terrateniente intentó compensar aumentando los tributos, lo que generó disturbios y protestas de los campesinos. Los artesanos y obreros de las ciudades se habían empobrecido también a causa de la crisis económica, que trajo consigo hambre, paro y frecuentes motines de subsistencia.